Los planos de la reforma deben incluir aspectos como la disposición del espacio, incluyendo la localización de las ventanas, los muebles, las puertas y las paredes. Asimismo, se deben determinar las medidas precisas de cada área, las instalaciones requeridas, como el agua o la electricidad, y los materiales y terminaciones que se emplearán. Para garantizar que todo se realice de manera exacta, también debe señalarse cualquier modificación estructural significativa.